ż

Menu
ż
Buscar
Revista
Buscar

Cómo se aborda el desgaste laboral en cada país

jeune homme stressé au travail
YuriArcursPeopleimages / Envato Elements
Escrito porAsaël Häzaqel 31 Agosto 2025

El 27 de mayo de 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió oficialmente el burnout como un «síndrome resultante del estrés laboral crónico que no ha sido gestionado con éxito». Desde entonces, los gobiernos han intentado —con distintos grados de éxito— mejorar su respuesta. ¿Qué significa esto para los trabajadores extranjeros? ¿Y qué tipo de atención pueden esperar quienes sufren de burnout?

¿Realmente existe el “burnout del expatriado”?

El concepto de “burnout del expatriado” ha ido ganando atención. Sus defensores lo describen como un estado de estrés constante ligado a cargas de trabajo abrumadoras, que deja a las personas emocionalmente vulnerables y físicamente agotadas. La concentración disminuye, la productividad cae y el cansancio se apodera.

Pero esta descripción se parece mucho a la del burnout clásico. Lo que hace distinta la experiencia de los expatriados, argumentan sus defensores, es el estrés añadido de vivir en el extranjero: sentirse desincronizado, adaptarse constantemente a una cultura extranjera y la culpa de no estar a la altura de las expectativas. Lo que se suponía sería una aventura emocionante puede convertirse en una fuente de ansiedad diaria. Sin embargo, esto también se asemeja a lo que los psicólogos llaman choque cultural.

Aceptemos o no la expresión “burnout del expatriado”, está claro que los retos de trabajar en el extranjero —navegar un nuevo idioma, normas laborales y expectativas culturales— pueden ser estresantes. Incluso quienes se trasladan dentro de su propio país pueden sentir una tensión similar. La diferencia es que en esos casos siguen entendiendo el idioma y la cultura, lo que les brinda un colchón.

¿Cómo abordan los países el burnout?

A diferencia de la depresión, el burnout no está oficialmente clasificado por la OMS como una enfermedad. Algunos expertos sostienen que debería ser reconocido como tal, especialmente porque puede derivar en depresión. En 2022, la OMS dio un primer paso al reconocer el burnout como un “diagnóstico médico legítimo”. Pero ¿qué significa esto en la práctica? ¿Cómo lo manejan los países? Aquí un vistazo más de cerca.

貹ñ

Un de 2025 de la operadora de telecomunicaciones Ringover reveló que el 76% de los trabajadores españoles reportaron síntomas de burnout. En Barcelona, tan popular entre expatriados, la vida no siempre es tan soleada como sugiere la imagen de postal. Muchos trabajadores extranjeros describen empleadores exigentes y malentendidos con colegas. Para ellos, 貹ñ aún no se toma el burnout en serio. Las respuestas médicas siguen siendo limitadas, abarcando bajas médicas y medicación, con poco debate público.

En 2024, el Ministerio de Sanidad anunció que comenzaría a monitorear los problemas de salud mental relacionados con el trabajo como parte de su sistema nacional de vigilancia epidemiológica. Esto incluye estudiar la relación entre la inseguridad laboral, la inmigración y el burnout. Los primeros hallazgos sugieren que las mujeres expatriadas son particularmente afectadas.

Mientras tanto, el sistema sanitario español también sufre de burnout. El problema se ha agravado desde la pandemia, con trabajadores de la salud citando recortes presupuestarios y exigiendo más recursos, en particular para abordar mejor el burnout.

Francia

Según el del Forum of Future de 2023, Francia y el Reino Unido tienen las tasas más altas de burnout en Europa. Francia ha dado pasos para responder: su Autoridad Nacional de Salud publicó una guía para ayudar a identificar y apoyar a los trabajadores afectados.

El enfoque francés combina dos elementos: tratamiento médico y reconocimiento del contexto socio-profesional detrás del burnout.

El tratamiento médico suele comenzar con una visita al médico general, que a menudo prescribe un tiempo de reposo. Según el caso, el doctor puede derivar a un psiquiatra. El tratamiento puede incluir terapias no farmacológicas como psicoterapia o enfoques mente–cuerpo, ofrecidos por psicólogos, psiquiatras o psicoanalistas. La medicación se prescribe solo cuando aparecen otras condiciones, como depresión.

La intervención en el lugar de trabajo también forma parte del proceso. El médico contacta al médico de salud laboral para analizar las condiciones de trabajo del paciente. ¿El empleador tiene estrategias de prevención? ¿Cómo se aborda la salud mental en la empresa? Los pacientes también reciben apoyo con trámites administrativos, como solicitar ajustes laborales o derivaciones a especialistas en bienestar laboral.

Suecia

Trabajar en Suecia suele asociarse con un buen equilibrio entre vida laboral y personal, como en Finlandia, Dinamarca y Noruega. Sin embargo, allí también existe el burnout. La Agencia Sueca de Seguros Sociales registra alrededor de 20.000 casos anuales. Uno de cada seis permisos de baja está vinculado a problemas psiquiátricos, siendo lo habitual que los pacientes con burnout tomen dos semanas libres.

Suecia es uno de los pocos países que ha reconocido oficialmente el burnout como síndrome. Sin embargo, este reconocimiento terminará en 2028 para alinearse con las clasificaciones de la OMS. Los especialistas temen que esto debilite la respuesta, ya que el burnout a menudo se ha tratado superficialmente pese a sus múltiples causas.

Los expertos piden un enfoque más amplio: más prevención en el trabajo, atención más holística y una gestión que se tome en serio la salud mental de los trabajadores.

Estados Unidos

Desde la pandemia, la idea de un “permiso de salud mental” ha ganado terreno en EE. UU. En 2021, empresas como Mozilla, LinkedIn y Bumble lo introdujeron.

A diferencia de la baja médica, el permiso de salud mental no lo prescribe un médico para tratar el burnout. En cambio, ofrece a los empleados unos días para desconectarse y descansar antes de llegar a ese punto. La motivación es económica: el burnout cuesta a las empresas estadounidenses con más de 1.000 empleados más de 5 millones de dólares al año.

Pero esto sigue siendo una iniciativa empresarial, no un programa federal. Quedan preguntas abiertas: ¿Debería estar disponible solo para empleados en dificultades o también para trabajadores sanos que simplemente necesitan una pausa? ¿Debería requerirse una nota médica?

A nivel federal, no existe un permiso oficial de salud mental. Sin embargo, los trabajadores pueden tener derecho a adaptaciones a través de un o bajo la Ley de Licencia Familiar y Médica (FMLA). La FMLA permite hasta 12 semanas de permiso no remunerado al año si una condición de salud grave —mental o física— impide al empleado desempeñar sus funciones esenciales. La licencia garantiza el puesto, pero no el salario.

China

En China, los trabajadores jóvenes y quienes buscan empleo están desafiando el sistema. Aunque existe la baja médica, no hay un reconocimiento específico del burnout.

En 2024, Yu Donglai, fundador de la empresa minorista Pang Dong Lai, introdujo el “permiso por infelicidad”. Los empleados que se sientan infelices en el trabajo pueden tomarse hasta 40 días al año sin certificado médico. La iniciativa fue aclamada en línea como una ruptura audaz con la cultura laboral tradicional, aunque los críticos dudan que pueda aplicarse a todos los sectores.

Esto pone de relieve problemas más profundos en la cultura laboral china, especialmente el notorio horario “996” (de 9 a. m. a 9 p. m., seis días a la semana).

Tras sufrir depresión, el ejecutivo Li Jianxiong dejó su trabajo de alta presión, viajó y luego regresó a China para fundar Heartify, un grupo de apoyo para personas con burnout. La iniciativa responde a la falta de instituciones públicas de salud mental. Desde el COVID, la desconfianza hacia estas instituciones ha crecido, especialmente entre los trabajadores jóvenes.

El desencanto es fuerte entre la Generación Z. Algunos eligen un camino radical: abandonar por completo el mercado laboral para evitar el burnout. Rechazan abiertamente el sistema 996 y optan por no trabajar en absoluto. Los expertos dicen que esto debe interpretarse como una señal de alarma.

żriados y burnout

Los médicos coinciden: la baja por sí sola no es suficiente. Y, sin embargo, en la mayoría de países esta sigue siendo la principal respuesta. Pasar tres o incluso quince días en casa rara vez conduce a la recuperación.

El burnout requiere una atención integral que aborde sus raíces en el entorno laboral. Esto significa consultas con médicos de salud ocupacional, evaluaciones de las condiciones de trabajo y ajustes en el puesto, un enfoque que reúne múltiples disciplinas.

Pero las respuestas dependen de las leyes laborales de cada país, de las obligaciones de los empleadores, de los sistemas sanitarios y de las actitudes culturales hacia la salud mental. En algunos países, el burnout sigue siendo un tema tabú. En otros, se aborda con mayor apertura.

Los expatriados, sin embargo, son cada vez más conscientes de los riesgos y están mejor informados sobre el burnout que en el pasado.

Consejos para prevenir la sobrecarga laboral

Las horas extra son aceptables, pero solo dentro de los límites de la legislación laboral local.

Trabajar desde casa no justifica exceder las horas contratadas.

Aun cuando no esté legalmente reconocido, el derecho a desconectar existe.

Ningún empleado puede hacerlo todo solo: delegar es clave.

Los trabajadores tienen derecho a rechazar tareas imposibles dentro del tiempo asignado.

El equilibrio entre la vida laboral y personal es esencial.

Los pasatiempos y las pasiones personales ayudan a proteger la salud mental.

Sobre

Asaël Häzaq, editor web especializado en noticias políticas y socioeconómicas, observa y descifra las tendencias de la economía internacional. Con su experiencia como expatriada en Japón, ofrece consejos y análisis sobre la vida del expatriado: elección de visa, estudios, búsqueda de empleo, vida laboral, aprendizaje del idioma, descubrimiento del país. Titular de un áter II en Derecho - Ciencia Política, también ha experimentado la vida como nómada digital.

Comentarios